MI EXPERIENCIA
DE LOS CATÉCHÈSES NÉO-CATÉCHUMÉNALES
A SANTA-AGNÈS, DONNACONA,
Soy un Padre de St-Vincent de Paul y cuidado de Santa-Agnès de Donnacona desde 2 años y mitad. Hemos seguido los catéchèses del néo-catecumenado del 9 de febrero al 30 de marzo 1981, con el convivence que tuvo lugar el 3-4-5 de abril 1981.
Éramos, al convivence, una treintena de personas.
Fin de mi intervención:
- No de demoler y de hacer desaparecer este movimiento espiritual que creo realmente una obra de ella para siempre espíritu-San.
- Mi fin es de ayudar a los responsables del movimiento a reflejar sobre ciertos punzado quien me parecen, a mí, y a mucho otro, exagerados, inexactos y no siempre conformes a la enseñanza de la iglesia, para devolver un nuevo soplo a este movimiento espiritual, que tiene su lugar en la iglesia.
A - Lo que he querido:
- Era feliz de poder recoger las grandes etapas de la vida espiritual, que debían traerme a vivir mejor mi bautismo.
- Sé para la Palabra a Dios. Era en la alegría al pensamiento que profundizaría esta Palabra inspirada. De hecho, he querido meditar en Abrahán, sobre Moisés y sobre el camino recorrido por el pueblo hebreo: de su salida de Egipto hasta su entrada en la Tierra prometida.
- La reflexión sobre el Camino de conversión que debo seguir constantemente me ha hecho mucho bien.
- Varios catéchèses me han tocado.
-He querido muy el calebración del perdón y la fiesta que siguió.
B - Lo que he querido menos:
1 - atmósfera:
- Catéchèses demasiado largos.
- Palabras de Dios demasiado numerosas y demasiado largas a meditar.
- Cantos inacabables. Imposibilidad de interpretar otros cantos.
- Ninguno buenas tardes, ni a la llegada, ni a la salida, de parte de los catéchètes.
- Ninguna sonrisa sobre su rostro. No tenían el aire de gentes quienes vivían la alegría de la presencia del Resucitado. No podía imaginarme santo Paul con tal rostro.
- Nos despachaban, de memoria, su catéchèse. Se sentía que, para la mayoría, era de la recitación. De vez en cuando, tenían de los blancos de memoria y era penoso para el auditorio. Entonces los catéchètes hacían un "caucus" y el catéchète designados recogía su relato.
- Interrogaban personalmente a las gentes y la respuesta que se daba era torcido siempre y se nos decía: "Escucha el catéchèse." Según ellos, lo que se nos era enseñado antes y quien nos había hecho vivir era inexacto o falso.
2 - lo que no podía aceptar en el contenido de los catéchèses:
- Han ridiculizado la adoración del San-sacramento. Eso de ello ha indispuesto varios.
- No tenían en ninguna cuenta nuestros progresos diferentes. No éramos también todo al punza de salida. Para ellos, éramos todo de los paganos y venían traernos "la Buena Noticia."
- No dudan de ninguna manera de la inspiración de sus catéchèses. Juran sólo por Kiko y Carmen.
- Para ellos, las ciencias humanas son de ninguna utilidad para nuestro progreso espiritual.
- Según ellos, no debe preguntarse la curación, porque "toda es gracia, todo es amor."
- No aceptaba que el calebración de la eucaristía se hiciera fuera de la comunidad parroquial, el sábado por la noche, y yo me sentía incómodo en la rigidez de los ritos en el calebración de este sacramento.
- No podía aceptar esta obediencia absoluta a los catéchètes.
- No admitía no que no hubiera período de preguntas. Éste era lo "Creo y te callo."
- Podía aceptar sólo el néo-catecumenado sea el solo camino de conversión. Éste sería reducir verdaderamente el poder del espíritu, cuando se sabe que "el espíritu sopla donde quiere y como lo quiere."
C - Lo que he rechazado:
He rechazado de ser el pastor de la nueva comunidad.
- Después de haber dicho que "sí" a finales del convivence porque era el último a poder contestar y que todo el mundo antes de mí había dicho que "sí", el día siguiente, he llamado al responsable para decirle que no podía meterme en tal movimiento.
- El día mismo de mi negativa, sin que hablo de ello a quienquiera que éste sea, varios me han llamado por teléfono para decirme que no habían dormido de la noche y que lamentaban su "sí."
- Por mi parte, cuando he dicho que "sí" creía que tendría cierta libertad de acción, en medio de las diferentes actividades de la parroquia. Me importaba, desde la semana quien seguía, tener por lo menos dos encuentros para preparar y vivir la próxima eucaristía que debía tener lugar absolutamente el siguiente sábado, cuando mi agenda estaba lleno todas las tardes con el S.P.B, el S.P.M, los mayordomos, el C.P.P., etc. Se me aconsejaba dejar todo caer y que todo reviviría después y en mejoría.
- Se ha venido encontrarme
- una primera vez, era el equipo de los catéchètes de St-Jean-Baptista de-ella-sala para decirme que hacía la obra del demonio.
- una segunda visita, con los catéchètes italianos, diez veces más fuertes que aquéllos del primera y con los argumentos diez veces más poderosas para mí culpabiliser, diciéndome por ejemplo,: "¿Qué habría llegado si el Virgen Marie hubiera dicho que "no" al enviado de Dios?"
- un último encuentro tuvo lugar con todos los que había participado en el convivence. Los animadores de Sdad-Foy han jugado el mismo juego de culpabilidad. Como pastor, me he permitido intervenir, para dejar a las gentes muy libres de adherir al movimiento y de juntarse a la comunidad de St-Augustin o de rechazar, que debíamos escuchar únicamente la llamada del espíritu sin sentirnos juzgado, que debíamos todo quedar de los hermanos y hermanas unidas en la caridad.
Sobre 30 a 35 personas, 12 han dado su nombre.
- A lo largo de todo este hostigamiento que se me hacía sufrir, me sentía en paz con el Señor y también los catéchètes italianos no han logrado sembrar una duda en mi espíritu.
No podía aceptar verdaderamente su presión.
Más hacían presión, más me sentía fuerte para contestarles.
Conclusión:
Rezo al Señor para que los grandes responsables del Néo-catecumenado hagan un profundo discernimiento, con las luces de ella espíritu-San, sobre los métodos de presentación de sus catéchèses, sobre su contenido a la luz de Vaticano II y de la enseñanza de los últimos Papas, y sobre la inspiración que viene de Kiko y aquella que viene del espíritu.
Pregunto a ella espíritu-San de darles la humildad de aceptar sus errores. Su obediencia a la autoridad legítima será el test de la autenticidad de su propia conversión.
Deseo de todo mi corazón que este movimiento espiritual, inspirado por el espíritu, pero amasado por los hombres, conozca una abertura a través todo el pueblo de Dios, en medio de numerosas otras corrientes espirituales, también suscitados por el espíritu, para que el Reino de Dios se edificara "aquí y ahora", como lo quiere el espíritu.
Aurélien Bernard S.V. limpiado
Santa-Agnès de Donnacona
el 26 de febrero de 1982