Traemos una carta de un cuidado del Lazio, publicada en la revista "vida pastoral,"
(octubre de 2001, páginas 64-65. La cuota punzada por este sacerdote de manipulación mental es en escritura más gruesa y grasa. La traducción es de Denis DUMAS. Para el original en italiano: http://www.geocities.com/alterinfo/VPOtt01.htm
SOY QUEDADO DECEPCIONADO DE LOS NÉOCATÉCHUMÈNES
Habiendo sido contactado por los catequistas de una parroquia de Roma y a pesar de por el hecho de que el obispo de esta época me la haya desaconsejado, quedaba golpeado del entusiasmo de los néocatéchumènes, pues dí vida a esta experiencia en mi parroquia.
Desdichadamente hice la falta de alentar a los colaboradores de la parroquia a participar en el camino. El empeño del camino muchas veces diferentes la semana impedía a estos últimos seguir creciendo en el interior de la comunidad parroquial. Para no ser demasiado largo, hay dos aspectos en el movimiento que me dejan perplejo.
Las ambigüedades doctrinales y eclesiales. A una pareja que tenía problemas y quien me habían confiado la duda seria que su boda no fuera válida, fue desaconsejado dirigirse al tribunal eclesiástico porque según los catequistas néocatéchumènes la iglesia se equivoca de permitir reconocer que una boda pueda ser inválida. Otra vez uno de su ministro de la eucaristía, el ostiaire, ha sido visto en tren de echar las migajas del pan ácimo consagrado porque según él este no es más el cuerpo de Cristo. Quien se aleja del camino, es considerado a menudo la presa del demonio. Encuentro absolutamente anti-eclesial que tengan de los calebración paralelos como éstas del sábado por la noche y de la semana santa, incluido la velada reservada a los miembros del camino.
Pero lo que creo ser el más grave e inquietante es la metodología que tiende a formar un grupo cerrado con los momentos, de los pasos solicitados, en que hay para mí una manipulación del pensamiento que se realiza de manera socarrona sobre de las gentes quienes tienen a menudo también de los problemas graves y quien se vuelven bajo la autoridad del catequista. En el primer escrutinio insiste en la necesidad de despegarse de los bienes materiales y debe decirse delante de todas sus propias cruces, como a menudo se declara sus propios pecados, esto que es un preludio al segundo escrutinio donde es preguntado de dar el diezmo de lo que se gana. Hay en el camino una espiritualidad lugubre, pesimista, quien alcanza un verdadero terrorismo psicológico en ciertos casos.
¡A una pequeña vieja de 90 años de mi parroquia fue dicho que si abandonara el camino éste era porque Satanás la intentaba! ¡A menudo los catequistas afirman que la conversión llega cuando comprendemos que somos asquerosos! Las dificultades sólo mencionadas aquí, porque debería haber escrito mucho más, pueden encóntrarse también sobre los dos sitios que veo desde algunos años sobre Internet. La iglesia debería hacer. uvre serio de discernimiento sin dejarse deslumbrar por las asambleas oceánicas organizadas por al Kiko. Ciertos retrasos pueden ser nocivos. El caso Milingo enseña...
Un cuidado del Lazio
