Son de todos modos los mismos néocatéchumènes a admitir que hay de los problemas doctrinales que retrasan la aprobación de sus estatutos y de sus catéchèses.

Sobre el sitio www.geocities.com/Athens/Delphi/6919, cuidado por algunos sacerdotes y laicos salidos del Camino, se cita una de su publicación hecha a continuación de un convivence de cuidados y de sacerdotes de las diferentes regiones de Italia y de Albania, extendiéndose a la puerta San Giorgio (Ap) del 24 al 26 de mayo de 1999,; al punto 4 de la página 113 de este texto se lee: "hemos vuelto a meter a la San Siège todos los catéchèses hasta la iniciación a la oración, catéchèses iniciales, primer escrutinio, Shemà...), en todo hay 2800 páginas de los que hemos vuelto a meter ya la mitad a la Congregación de la Fe que las ha estudiado haciéndonos de las observaciones para que hemos hecho de las correcciones, hemos anotado los textos del Catecismo de la iglesia Católica, hemos corregido estas expresiones que eran consideradas imprecisas o no de veras ortodoxos."

Sobre el reconocimiento eclesial de los néocatéchumènes el papa es intervenido recientemente, el 17 de abril 2001, y ha escrito una carta al presidente del Consejo Pontifical para los Laicos, el cardinal Francis Stafford. Diciendo en primer lugar que Este no es pues un desarrollo fácil que reconocer y de acoger los carismas ", el papa ha deseado "la esperanza de un feliz resultado del procedimiento, ahora empezado hacia la fase conclusiva."Jean Paul II tiene sin embargo, entre las líneas, también invitado Kiko a someterse al ministerio de Stafford, del que la autoridad ha sido confirmada completamente "en la aprobación de los estatutos susodichos, en cuanto serán redactados" debidamente. Tenido "debidamente consideración al redactados" al papa se ha declarado seguro que el Consejo Pontifical podrá contar "con la colaboración y sobre el espíritu de docilidad filial del Camino néocatéchuménal."

La confianza del papa sobre tal docilidad no debe haber encontrado de correspondencia concreta tan después de tantos años y después de tantos anuncios de "fases conclusivas" la aprobación deseada no ha llegado aún no.

De fuentes cercanas del Vaticano hemos aprendido que al comienzo de diciembre parece que una enésima tentativa de convencer Kiko de uniformar las enseñanzas de los néocatéchuènes a la doctrina católica haya encallado. El fundador del Camino no se habría presentado justamente al Vaticano al encuentro decisivo.

Durante los siguientes días, obispos y cardenales entre que mons. Tarcisio Bertone, adjunto de Ratzinger a la Congregación para la Doctrina de la Fe se ha entregado en el chalet romano de Kiko para convencerlo de ceder sobre los dos puntos que parecen crear dificultad a la aprobación: penitencia y eucaristía. Entre tiempos, en el Movimiento se ha derramado la voz que la aprobación llegará dentro de febrero.

EL KIKO DE LA DISCORDIA. FICHA SOBRE LOS FUNDADORES DEL MOVIMIENTO NÉO-CATÉCHUMÉNAL

31212. ROMA-ADISTA. Kiko Argüello, al registro de estado civil Francisco Argüello, clasificado 1939, cuando el papa, el 2 de noviembre 1980, se entregó en visita en la parroquia de los Mártires canadienses, contó de si mismo al pontífice: "Dios me ha permitido hacer una experiencia de la absurdidad, del ateísmo, hasta que me otorgue misericordia." Una juventud que culmina en la fuga de la casa con 19 años, en la conversión y en la adhesión a los Cursillos de Cristiandad, un movimiento conservador católico nacido en España en 1944. Kiko, no completamente satisfecho de la experiencia en los cursillos, desplázate para vivir entre las chozas de Palomeras Altas, en una tentativa de imitar a Charles de Foucault. En 1964, después del encuentro con Carmen Hernandez decide dar el disco en verde al Camino néocatéchuménal. Durante estos años se mantenía con un salario de profesor de dibujo. Vivía al contacto de los mendigos, mendigos, drogadictos, les leían el Biblia, siempre acompañado por su guitarra, y en efecto la guitarra, debiendo tocar de la misma manera que el fundador es un must para todos los néocatéchumènes. Los primeros éxitos con las chozas y los desesperado de la afuera de Madrid, pero también los fracasos en dos parroquias de la misma ciudad ("estas últimas eran para las gentes buenas, vacunados. Un largo camino era necesario para que se reconocieran también pecadores", fue su palabra, alentaron Kiko, que se establece en 68 en Roma con Hernandez y, con el permiso del vicario del papa de entonces el cardinal Dell'Aqua, fundaron las primeras comunidades en Italia, cerca de la parroquia de los Mártires canadienses, sostenida por los padres sacramentins. Desde entonces el Camino tuvo un gran desarrollo: los datos hablan de más allá de 15 mil comunidades en 4.550 parroquias y 101 naciones, con una presencia quien desde algunos años empiezo a derramarse hacia País del Este de Europa que se es convertida también desde un decenio en una tierra de misión para el Movimiento.

Los néocatéchumènes tienen entre otro por eso sus propios seminarios, que toman el nombre de Redemptoris Máter. El primero es nacido en 1987 a Roma, pero de numeroso otros han sido fundados: a Varsovia, Medellín, Madrid, Bangalore, Newark, San Domingo, Los sacerdotes quienes salen de estos seminarios han enviado etc. a menudo al extranjero, especialmente en País donde el desarrollo de secularización pregunta una nueva fase de evangelización, por ex. País comunistas antiguos de Europa del Este. Mismo de los laicos solos, de las parejas, y a menudo de las familias enteras aceptan de buen grado de ir en misión de parte del Movimiento. Durante las grandes agrupaciones organizadas por el Movimiento, hay de los cientos de personas quienes se levantan de pie en efecto, cuando Kiko pregunta al foule : "¿ Y tiene alguien de vosotros quién desea llevar el agua de la fe en el desierto del mundo? Quien lo quiere se levanta."

Cuando Kiko encontró a Carmen Hernandez, había sido ya profesor a lo largo de alrededor de 8 años en un instituto misionero religioso. Joven químico, teniendo un título universitario en teología, en Carmen se era convertida religiosa y había entrado en el orden de las Carmelitas Descalzas. Después de alguno años había preguntado de poder conseguir los v.ux solemnes. Soñaba con partir para India pero, cuenta don Élio Marighetto en su libro Los secretos del camino néocatéchuménal", "no ha sido admitida a los v.ux solemnes", parece, contando se un poco más delantero "porque incapaz de obedecer." "Negándose a salir del orden", vivió en Barcelona, viviendo en las chozas, con el cargo de formar un equipo y de enviarla entre los indios de Bolivia, para la misión que había allí.

Formando un primer equipo, "se establece en Madrid con el mismo fin. Se instalará a 500 metros de la choza de Kiko y se ocupaba como obrera que trabaja en fábrica y como mujer de servicio." Entre sus lecturas preferidas habían el teólogo Louis Bouyer y el bibliste Xavier Léon Dufour, del que las concordancias bíblicas hacen furor en el interior del Movimiento ahora. Conoció Kiko por el s.ur Pilar "y quedó sorpresa de ver rezar esta comunidad de pordiosero. A partir de este momento no pensó más en Bolivia y no se separó nunca de Kiko.

NUMEROSO "NÉO" EN LA IGLESIA. CÓMO ES VISTO EL MOVIMIENTO DE TRIESTE DE LA CABEZA A LOS PIES...

31213. ROMA-ADISTA. En el interior del Camino es llamado "los faraones": aquéllos de los obispos quien, para diferentes razones, pero quien pueden subir a menudo a algunos elementos comúnes, se oponen firmemente a la difusión del Camino néocatéchuménal, v. noticias anteriores, en su diócesis. El antiguo Egipto parece entonces renta a la moda, a juzgar del número de obispos quienes se oponen al Movimiento.

Si a Roma, la ciudad donde ha tenido lugar el comienzo de su expansión italiana, y donde los discípulos de Kiko gozan del apoyo del papa, el Movimiento néocatéchuménal hace furor, 1 parroquia sobre tres ve su presencia, en otras ciudades de Italia y de Europa las cosas para ellos no van con la misma facilidad. Son numeroso los obispos y los cardenales quienes han tomado una posición dura contra el Camino en efecto.

En 1987, v. Adista 58/87, el obispo de entonces a Brescia mons. Bruno Foresti prohibido que sea hecho de los anuncios del nuevo catéchèses en su diócesis, el anuncio es la primera forma de proselitismo que es llevado por los néocatéchumènes que organizan un ciclo de encuentros de catéchèses para los adultos sin hacer referencia explícita al Camino. Foresti en julio de' 87 habían levantado así, en la experiencia néocatéchuménale, "que había una visión pesimista del hombre, un clima de sujeción psicológica, cierta atmósfera de exclusivismo, cierta identificación con la iglesia misma y cierto descrédito para la religiosidad de los otros", más allá de la irregularidad y del largo de las liturgias, la sustracción de sacerdotes a la diócesis y el escamoteo del deber de obedecer al obispo que llama directamente al papa. El 2 de mayo 1990 el vicario general de Foresti, mons. Virgilio Olmi, durante una intervención a la cuarta asamblea del Consejo presbytérale diocesano indicó algunos criterios pastorales, v. Adista 48/90, para rebasar menos en parte la prohibición para el Movimiento de operar para la diócesis.

A Turín el card. Giovanni Saldarini ha puesto a la fila el Movimiento, de ello que le emite en 1995 un decreto, v. " Il Regno" n. 12/95. En el mismo año, el 25 de marzo, a Florencia el card. Silvano Piovanelli envió una carta a todos los sacerdotes de las diócesis para ponerlas en guarda de la excesiva tendencia a la hegemonía y al sectarismo del Movimiento en las parroquias, v. " Il Regno" n. 15/95. El  " Espresso (el 13 de junio de 96), trayendo algunas duras declaraciones sobre el néocatéchumènes,: "se creen mejor que los otros", "imponen su presencia como el única calle para vivificar la iglesia", "dividen las comunidades parroquiales con los rígidos cierres, de las incomprensiones y de las sospechas." Siempre en 1995 el padre pasionista y profesor de teología Enrico Zoffoli, publicó un volumen que recogía una gran cantidad de documentos y de testimonios sobre los néocatéchumènes y quien se titulaba "Verdad sobre el camino néocatéchuménal" en que levantaba de las dudas centro de mesa a propósito de la ortodoxia de las enseñanzas de Kiko y Carmen, v. Adista n. 51/96. La lectura del texto produjo algunas consideraciones influyentes: el arzobispo de Lecce, mons. Cosmo Francesco Ruppi, dicho del libro,: "espero que pueda sensibilizar de visu nuestro card. Presidente quien es... cerca del S. Padre"; mientras que el obispo de Trieste, mons. Lorenzo Bellomi, dirigiéndose al autor, comentó: "quedo estupefacto que el S. Sede, con todos los medios en su posesión, no pueda conocer la realidad que denunciáis. Todo lo que habéis escrito me impresiona y hablaré de ello con mis hermanos obispos." El mismo Bellomi en marzo de 1989 decidió de emitir algunas directivas, publicadas en 1990 en "Palestra del clero" en las páginas 377-380, para uniformar los catéchèses de cada parroquia, aquella de los néocatéchumènes comprendidos, a un mismo proyecto. Muchas llamadas a la San Siège y al card. Camillo Ruini quedaron sin fruto, es verdadero que este mismo presidente del Cei reprendió Zoffoli, invitándola "firmemente" a no sustituirse a los Órganos competentes y a no emitir, mismo con las buenas intenciones, de los juicios personales y prematuros sobre de los asuntos que conciernen la ortodoxia de realidades eclesiales, o directamente del San Père."

A Palermo, el 22 de febrero 1996, como último acto de gobierno delantero su jubilación, el card. Salvatore Pappalardo promulgó un texto, con el título " Chemin néocatéchuménal. diócesis y parroquias "quien prohibe a aquéllos que sigue Kiko de seguir decir la misa de los grupos puertas tapiaran, y mismo de celebrar la velada pascale aislados del resto de los fieles, v. " il Regno" n. 9/96.

El primero de diciembre 1996 la Conferencia episcopal pugliese escribió un " Note pastoral a los sacerdotes "en la que es analizado de manera muy severa algunos aspectos del Movimiento, por ejemplo el hecho que el Camino da sus catéchèses " sans incluye en el muestrario a los planos pastorales del Cei y de las diócesis "; criticando también de vez en cuando el  " excessive uniformidad de la liturgia " poussé hasta las mínimas particularidades", la relación de los néocatéchumènes con la parroquia, el papel de los sacerdotes en el interior del Movimiento. Con respecto a los escrutinios célebres, llevados por los catequistas laicos para valorar la maduración de los afiliados al Camino, los obispos invitaban los responsables a evitar "todo lo que puede dar la idea de un procedimiento inquisitorial" y estableciendo perentoriamente que los catequistas quien "con motivo de los escrutinios para los diversos pasos deben abstenerse de intervenir en los campos más íntimos de la conciencia." Finalmente prohibían celebrar la misa reservada, el sábado y a Pascua, para las comunidades néocatéchuménales solos, obligando el Camino a abrir sus propios calebración a toda la comunidad parroquial.

Después de poco días, el 18 de diciembre 1996 mons. Pietro Nonis, obispo de Vicenza envió una carta a los cuidados de su diócesis, de ello que les pregunta de "insertar el Camino en el plano parroquial", de hacer de modo que la presencia néocatéchuménale sea una de las posibilidades ofrecidas, sometiendo el comienzo de los nuevos catéchèses "a la información y a la aprobación del obispo." Luego Nonis decretaba la defensa de celebrar la misa particular.

El 10 de diciembre 1997 el arzobispo de Turín de entonces, el card. Giovanni Saldarini envió una carta a don Gino Conti, autor del libro "Un secreto descubierto", de estilo muy crítico hacia el Movimiento néocatéchuménal escribiendo que este libro "constituye una excelente documentación para todos los que quieren conocer estilo y la doctrina del Movimiento Néocatéchuménal e invita a una actitud de atención crítica para ciertos alejamientos. Un libro a dar a conocer."

El arzobispo de Milán, Carlo Maria Martini, en una entrevista acordada al semanal inglés católico "Té Tablet" el 29 de octubre 1999, v. Adista n. 81/99, entre otras cosas, afirmaba no repartir el hecho que los néocatéchumènes llevan una vida litúrgica separada de aquella de la comunidad parroquial: "estoy listo para aceptar que un grupo néocatéchuménal tenga su velada pascale para dos o tres años; la parroquia puede aprender de él y devolver las veladas más vivientes. Pero después de los néocatéchumènes deben unirse a la parroquia. Lo que no es aceptable éste es que deben tener una liturgia especial años siguientes años." Se llega así en diciembre de 2001 cuando el arzobispo de Catania, mons. Luigi Bommarito escrito a los néocatéchumènes (y, para información, a todos los sacerdotes de la diócesis, una dura carta que condena de numerosos aspectos del Movimiento, v. número 10 piso junto a ésta.

En Italia algunos sacerdotes y laicos salidos del Movimiento néocatéchuménal cuentan los bastidores del Camino sobre Internet.

La dirección: www.geocities.com/Athens/Delphi/6919. El sitio es dotado de una rica documentación y trae de los anchos achispadas de los catéchèses secretos.

...Y CÓMO ES ÉL, MAL, VISTO A EL EXTRANJERO,

31214. ROMA-ADISTA. Pero la oposición al Movimiento néocatéchuménal, v. noticia anterior, franquea ampliamente las fronteras nacionales. En 1996 el camino se interrumpió en Inglaterra. El card. Basil Hume, primado de la iglesia católica de Inglaterra se negó a ordenar sacerdotes quince seminaristas de formación néocatéchuménale, v. Adista n. 67/96 y "Jesús" enero de 1997. La motivación fue que estos seminaristas, una vez ordenada, habrían tenido como punto de referencia, más que su propio obispo, los jefes de su comunidad, creando así de problemas en el interior de la diócesis. El año de parte anterior, v. Adista n. 55/95, era a mons. Meryn Alban Alexander, obispo de Clifton, de prohibir la difusión del Movimiento en el interior de su diócesis. En marzo de 94 el mismo Alexander había promulgado un decreto que imponía para doce meses de restricciones fuertes al Movimiento: ninguno nuevo catéchèse, más de velada pascale o misa del sábado separado del resto de la comunidad eclesial. Al fin de 96, v. Adista n. 79/96, en la diócesis de Clifton fue publicada los resultados de una pesquisa sobre el Movimiento querido por el obispo a través una comisión, presidida por Tom Millington, miembro del Lord Chancellor's Department, y entronizada en enero del mismo año. Tal pesquisa se sirvió de encuentros con los miembros del Movimiento, cuidados, sacerdotes, feligreses. Las conclusiones no fueron alentadoras para los discípulos de Kiko: ninguna nueva vitalidad inclinada en las comunidades parroquiales del Camino, pero dividíamos por contra y daños traídos por la introducción de la experiencia en la diócesis y en comunión con el obispo.

Un artículo de una extrema dureza contra el Movimiento, definido sin mitad medida, "secta católica", pareció en el "Sunday Times" el 23 de abril 1995, firmado por Lesley Thomas. En éste se decía que unos que de ello habían salido hablaban "de bodas arregladas, de los largos interrogatorios de parte de los catequistas, cabezas autoritarias de la secta."

Y una piedra sobre el Movimiento ha sido puesta también en Berlín, siempre en 1996, en junio, cuando el canciller alemán de entonces Helmut Kohl, v. Adista n. 71/96, bloqueó la cesión de un terreno al Movimiento néocatéchuménal. Aprovechando por el hecho de que en este período Jean Paul II era en visita pastoral en Alemania, mons. Paul Josef Cordes (vicepresidente del Consejo Pontifical para los Laicos y patrocinador de los néocatéchumènes) encargado ad personam para el apostolado de las comunidades del Camino, convencido de conseguir fácilmente el apoyo de Kohl había pensado hacer un "pequeño regalo" al Movimiento y al papa, haciendo poner al pontífice la primera piedra de un nuevo seminario Redemptoris Máter. Pero eso fue mal, tanto con Kohl como con el capítulo de la catedral de Berlín, guiado por el card. Georg Sterzinsky, que no encauzó la construcción del seminario por falta de fondos. Declaró en este período a su vicario general, mons. Roland Steinke: "No tenemos la intención de atribuir a la comunidad néocatéchuménale algún significado especial. En la iglesia hay de los grupos de izquierda y de los grupos de derecha, y entre éstos por eso los néocatéchumènes. Las proporciones deben ser salvaguardadas."

DIFICULTAD DE ENTRAR: LOS PRETENDIENTES AL MOVIMIENTO SON ESCUDRIÑADOS Y DESPOJADOS

31215. ROMA-ADISTA. Cuando proyectó el Camino néocatéchuménal Kiko Argüello partió de la idea que el bautismo apenas recibido en los fondos bautismales es no como una pepita desarrollada, éste es por qué necesita ser cultivado por un camino especial, llamado por él Néocatéchuménal dividido en muchas fases. El primera es aquella kérigmatique: los catequistas del movimiento anuncian el comienzo de un curso de catéchèses para adultos en parroquia. A menudo de los carteles son fijados en los barrios manifiestos con las inscripciones del tipo "Dios te quiero" muy a menudo, guarnecidas por alguna imagen sagrada, una mujer con niño pintado por Kiko si mismo. A lo largo de los catéchèses no se habla nunca de la adhesión posible de los participantes a un nuevo movimiento, por contra, los catéchèses son llevados sin que no se haga nunca alusión al Camino.

Después alrededor de dos meses es el primer "Convivence", o a lo largo de un fin de semana los participantes a los catéchèses hacen una jubilación espiritual durante cuál se propone la adhesión al Camino. Aquéllos que deciden quedar fundan una comunidad. Después de la fase del précatéchuménat, que comprueba el corte de la fe de los miembros del grupo, hay el "paso al catecumenado." A lo largo de esta fase se cumple el redditio o se cuenta públicamente su propio camino de conversión siguió del traditio, el deber de convertir gentes al exterior de la comunidad. Pasando por la elección que es el tiempo de los catéchèses más profundos, finalmente se llega a la renovación de las promesas bautismales en que cobra de nuevo conciencia de la realidad del bautismo. Los pasos de una fase al otro no son automáticos, y los tiempos varían también mucho según el caso. Los jueces sin llamada de la maduración en la fe de los miembros solos de la comunidad no son los sacerdotes quienes tienen un papel muy marginal en las comunidades pero los catequistas quienes acondicionan el paso a un nivel superior del camino al franqueamiento de un escrutinio. El escrutinio es una interrogación pública al curso del cual el catequista puede tratar de penetrar a los candidatos en su esfera el más íntima y personal. Son numerosos a quejarse del tu inquisitorial de las interrogaciones de los catequistas, jueces de las conciencias que exigen de las confesiones públicas completas. Dicen a éste que queda delante de que es como si hablara delante de la cruz del Cristo: no puede mentir, no puede omitir ninguna particularidad. Ocurre a menudo que hombres y mujeres hayan empujado a decir todo lo que piensan delante de sus propios amigos y miembros de la familia.

Por parte superior toda tus miembros de la Comunidad son invitados a renunciar a todo lo que llaman "ídolos" quien de vez en cuando, más allá del dinero o del sexo, pueden ser también el apego a la familia, a los intereses, a la carrera, y a dar el décimo de parte de su renta a la Comunidad, para enseñar que no son sometidos a "mammon" del que habla el evangelio. Pero mucho son inducidos también a dar al Camino sus bienes familiares de valor considerable.

DIFÍCIL DE SALIR: ATRAPADOS A LOS "FORZADOS" DEL MOVIMIENTO SON VÍCTIMAS DE CHANTAJE

31216. ROMA-ADISTA. Sobre el método educativo de los néocacéchumènes, v. noticia anterior, se ha parado el semanal "Avvenimenti", que el 18 de octubre 1995 ha publicado algunos testimonios de los antiguos adherentes al Movimiento: "He hecho dos escrutinios en voz alta, delante de 60 personas quienes no tienen la obligación del secreto. Los catequistas te dicen que eres delante de la cruz, debes hablar de ti, de lo que eras, de tus ídolos, de qué manera y si las has domado. Y empiezas a hablar. Pero eso no basta, el interlocutor pone el dedo cada vez más al fondo, quiere saber las cosas más profundas; cuando he dicho que mi vida había sido vivida para los niños y para el marido que procuraba de querer como un hermano en Cristo ahora, cuando au comienzo lo temía un poco y era de ello dependiente, me ha contestado: " tu no quiere a tu marido ". Represéntadvos a que punto el juicio del maxicatéchiste, el murmullo de los hermanos, el marido quien se ruboriza por furor." En el interior del Movimiento, de más, los catequistas predican una moraleja muy rígida con respecto a la sexualidad: prohiben no importo qué método contraceptivo, aquella "natural" incluido, que la iglesia católica ha siempre admitido, porque los néocatéchumènes creen que debe confiarse totalmente a la voluntad de Dios. Sin excepciones. En el mismo número de "Avvenimenti" otro testigo denunció: "Aquéllos que son en el Camino pagan un precio elevado. Una madre de seis niños, quien arriesgaba su vida con otro hijo, " devant abrirse a la vida es muerto. El marido es sin embargo en la paz."

Hay luego el acontecimiento de Augusto Faustini, romano, néocatéchumène "arrepentido", y precisamente para eso alejado por su misma familia, porque en el interior del movimiento cada uno tiene la obligación de evangelizar los propios miembros de su familia, claro que sí no logra a menudo la vida en generalidad familiar es comprometida irremediablemente. Faustini ha escrito un expediente recientemente, del título "La telaraña" en que cuenta su experiencia y a través ella, intenta de dar una evaluación completa del camino: "Cuando pasan los años, los adeptos se convierten en un grupo fijo, granitique, capaz de imponer la obligación de casarse en el interior del grupo ("endogamia"), diciendo explícitamente,: "casáis a las hijas de Israel." Quien se desposa con una hija o con un muchacho exterior a la secta, no es dejado tranquilo hasta que no constreñirá el otro a entrar también en su Movimiento. ¡Quien no acierta en su tentativa será constreñido de abandonar el "paraíso néocatéchuménal", pero con los atroces sufrimientos psicológicos, porque el hermano habrá sido convencido que no puede tener sólo verdadero cristianismo auténtico que con los catecúmenos! La misma cosa llega para los esposos. Cuando uno de los dos conjuntos ha sido devuelto fanáticamemte esclavo de su organización (cosa que llega más a menudo de lo que se lo crea), van a hacer vivirlas separados a vida (divorcio de hecho) si el otro cónyuge no aprecia la "comunidad": y es lo que ha llegado a éste que escribe. El día del 27 de abril de 1992 a 17 horas, en la iglesia de S., Leonardo Murialdo, antiguamente S. ¡Tito, calle Pincherle, un larguero de bulevar Marconi, zona sur de Roma, el cuidado de entonces en cargo, padre Domenico Paiusco me mandó vivir el resto de mis días lejos de mi casa, de mis hijos y de mi mujer porque, con mi oposición a la organización Néo catéchuménale me había opuesto a la iglesia Católica! ¡La decisión había sido tomada por los más grandes "catequistas" de la diócesis de Roma y era irrevocable! ¡Le he dicho que mi, y su, obispo de sector, lo había rogado hacer el contrario, pero contestó que obedecía sólo su conciencia, en efecto obedecía la cumbre de la organización!). Nadie tuvo el ánimo de oponerse a tal decisión: ni mi mujer, ni mis hijos, ni mons. Clava, el obispo de Sector!." Mismo para éste que no tiene padres en el interior del Camino salir del Movimiento no es muy fácil. Faustini subraya la atadura de dependencia que se crea con los miembros de la Comunidad, puntiagudo por el hecho que conocen los secretos más íntimos, revelado en las confesiones públicas. Si alguien deja, lo hace en la reprobación general y, si no abandona de su propio jefe, es marginado completamente por sus antiguos amigos. No careciendo de tonos amenazadores. Faustini cita las palabras contenidas en los textos de Kiko: "Te convertirás en un hombre desgraciado, no servirás más a nada, porque si sólo fueras como aquéllos que no ha conocido el catecumenado y no saben nada, entonces te enajenarías con la Tele o te pondrías asociado de Roma e irías con una gran ilusión a ver jugarla cada domingo. Pero has sido marcado al fuego y eso nadie puede quitartela."E insiste: "Si partís, la sangre de Jesús Christ por nuestro testimonio recaerá sobre vosotros."

SACRAMENTOS EN MIGAJAS: LAS FALTAS DOCTRINALES DE LOS NÉOCATÉCHUMÈNES

31217. ROMA-ADISTA. Entre las faltas doctrinales que se reprocha al Camino néocatéchuménal hay las teorías de Kiko Argüello y Carmen Hernandez centro de mesa sobre la eucaristía y la penitencia. En el interior del movimiento se relativa la importancia de la presencia real del Cristo en la eucaristía, el transubstanciación, es decir la transformación del pan y del vino en el cuerpo y en la sangre de Jesús, respecto a la presencia espiritual de Jesús, crecida como el única realmente importante porque signo del misterio pascal de la resurrección. Hablando del pensamiento de Kiko sobre la eucaristía don Élio Marighetto, en su libro "Secretos del camino Néocathuménal", afirma: "Si no hay cambio de sustancia (transubstanciación) pero sólo de sentido en vista del calebración (transfinalisation), entonces en los fragmentos eucarísticos restantes, no habrían más la presencia del Cristo, porque éstos pararían de simbolizar su presencia. No deberíamos preocuparnos para las migajas y aun menos de conservar las hostias después del calebración. Kiko y Carmen no comprenden y pues rechazan el transubstanciación que no explica, pero describe el misterio que aceptamos en un acto de fe. (.) Kiko y Carmen creen que la presencia real de Jesús en las especies eucarísticas actúa sólo en el calebración. Para ellos no hay más de presencia real de Jesús en el  " hostie, y aun menos en los " fragments ") después del calebración: por consiguiente éste que las adora fuera de la misa es a reprobar." Y en efecto don Elio cuenta que en el interior de las comunidades se no se preocupa por recoger las migajas del pan consagrado.

Sobre la penitencia es conocido ahora cómo ponen esencialmente el acento sobre la confesión comunitaria y público de los pecados los néocatéchumènes, más bien sobre la confesión hecha al sacerdote. De más en la confesión comunitaria pertenece al catequista y no al sacerdote, a interrogar y a guiar los miembros del Camino espiritualmente. Marighetto afirma que para Carmen "el pecado tiene sólo una dimensión social y, pues, la conversión deberá concernir también la sociedad. Según ella, la ofendida no es Dios pero la Comunidad, y será luego la Comunidad a perdonar y a pagar. La cosa, sin embargo, no es importante porque en Jesús hemos sido perdonados ya." Para los fundadores del Movimiento, explica más delantero Marighetto, la dimensión real del pecado es social y nunca individual; además, persigue, "para Kiko el hombre sería constreñido a pecar: su naturaleza no le permitiría cumplir el bien. Su esfuerzo para corregirse sería pues vano." Entre otro los fundadores del Camino tienen una concepción radicalmente pesimista sobre la posibilidad del hombre de evitar el mal y de poder elegir en su vida libremente, para eso, dicho Marighetto "según Kiko y Carmen, la conversión no consiste tanto en sentir haber ofendido a Dios y en la intención de corregirse, pero sencillamente en el reconocimiento, también pública, de las faltas cometidas y en la confianza total en el poder salvador de Jesús Resucitado. Por consiguiente no debería insistir en la Penitencia porque la Santidad no es posible."